El Primer
Motor de la causa celeste,
cuando creó
la bella cadena del amor,
grande fue su
arte y alta su intención.
Bien sabía
por qué, y cuánto pretendía,
pues con la bella
cadena del amor unió
al fuego, al
aire, al agua y a la tierra
con límites
fijados que no han de superar.
Ese Motor y
príncipe también estableció
un número de
días y una duración
a todo lo
engendrado en el mísero mundo.
De ese día
preciso nada debe pasar,
aunque los
días tales bien puedan acortarse:
no hace
falta aquí citar autoridad,
ya que es
cosa probada en experiencia.
Así pueden los
hombres discernir de este orden
que aquel Motor es estable y eterno.
Bien sabe todo
hombre, con que no sea necio,
que cada
parte deriva de un todo.
Pues la
naturaleza no tuvo su comienzo
en trozo o en porción de cosa alguna,
sino en cosa
que es perfecta y duradera,
y de ahí
desciende, siendo corrompida.
Y de este
modo él, con su gran providencia,
tan bien
concluyó su ordenamiento,
que las
especies de cosas y de progresiones
habrán de decaer
por sucesiones
y nada será
eterno, no es mentira.
Cualquiera
lo comprende, y el ojo lo confirma.
: Geoffrey Chaucer (circa 1680): "The Tale's Knight" (fragmento). Traducción de Fruela Fernández.
: Fleetwood Mac (1977): "The Chain".
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